top of page

LOS 5 PUNTOS BÁSICOS DE TODO ASPIRANTE A POLÍTICO

Hace varios años que la política se representa como uno de los graves problemas de este país, y así lo refleja el CIS en sus encuestas cuando lo sitúa en el segundo o tercero de los problemas que más preocupan a  los ciudadanos.

 

La crisis de liderazgo, cuyo origen emerge de la dinámica intrínseca de los partidos, “agencias de colocación” en muchos casos, hace que hoy se posicione una casta de personajes que son repudiados “unánimemente” por todos. 

 

La generación de los 60 y 70 asistimos, horrorizados, como terceros, que “no han dado palo al agua en su vida”, son depositarios de responsabilidades que, en modo alguno pueden gobernar, y claro el resultado no ha podido ser otro que este escenario; exactamente éste. 

 

Lo cierto, por más que me duela tener que escribir estas líneas, es que los únicos responsables directos de esta situación somos los ciudadanos, revertidos en el horizonte en las víctimas de nuestra elección. ¡Menuda paradoja!

 

Cuántas veces he escuchado a personas hablar de un político y  decir “me cae bien” o “me cae mal”, o “parece una buena persona”… ¿Pero esto qué es? Pienso que debemos valorar a quien nos gobierna por otros factores que no sean la puesta en escena, y que el valor añadido va más allá del departamento de marketing y comunicación.

 

Son otros los elementos que deben –deberían- inclinar la balanza del liderazgo pero, en cualquier caso, pienso que estos 5 son la base mínima al objeto de poder optar, siquiera, al gobierno de los intereses generales.Veamos:

 

1.- Formación. Incluso me atrevo a decir formación dual: una en cuanto a estudios superiores de la especialidad que se escoja y otra, en valores, valores sociales. Creo que, de esto último, vamos muy escasos.

 

2.-Antecedentes: nadie debería asumir intereses generales sin haber experimentado los privados durante un mínimo de 10 años, donde se haya consolidado un reconocido prestigio. Considero que la política no es una profesión sino algo vocacional, y limitado en el tiempo. El político debe pensar, sentir y poder expresar lo que dice, así que políticos que lean todo su discurso, ¡no, gracias!

 

3.-Duración: Nadie debería permanecer más de 10 años en la política, con la única excepción del futuro presidente, quien después de pasar por alguna cartera ministerial, o consejería, se le permite ascender a ese  liderazgo absoluto por un plazo improrrogable de 8 años.

 

4.-Idiomas: mínimo, tres. Hablados y escritos. No es necesario mofarse de nadie pero en los últimos años los ciudadanos asistimos a espectáculos  esperpénticos en cuanto a escenarios internacionales. Sin más comentarios.

 

5:- Finalmente, sería deseable que cuando escojamos una opción de gobierno, nos digan quién o quiénes van a formar parte de ese liderazgo. ¿Por qué debo conocer a los ministros una vez celebradas las elecciones?¿Qué sentido tiene? Pongamos las cartas sobre la mesa: señor candidato, háblenos de su equipo; con quién formará usted gobierno para valorar como ciudadano que es lo que voto, y a quién.

 

Y, por último, el día de reflexión es precisamente para eso, para reflexionar y analizar con detenimiento cuál es la opción de gobierno que más le conviene a cada uno, con lectura de los programas electorales y con una clara e inequívoca exigencia en el cumplimiento de lo que en ellos se propone. Ya está bien de seguir pensando que “esto no va conmigo” o “yo paso de todo”. Este asunto va con todos, absolutamente con todos: la educación, la sanidad y la justicia son valores, principios y elementos del bienestar irrenunciables de todo ciudadano, y si queremos formar parte de una sociedad rica en todos los sentidos, debemos sumar esfuerzos y no dejar al arbitrio de otros que decidan por nosotros, porque así nos pasa lo que nos pasa. Más compromiso y menos queja. Más dar y menos pedir.

 

 

Daniel Vosseler, 23/10/2013

bottom of page